No consigo ser madre

Al empezar a trabajar revivió una vida en que se vio como una mujer, una concubina en la China antigua que pertenecía a un gran señor y vivía en una mansión con las otras mujeres y esposas de ese hombre. No estaba permitido que las concubinas tuvieran hijos y cuando se quedó embarazada la obligaron a abortar. Era una chica joven que se sentía muy sola, sintiendo mucho dolor por haber tenido que abortar repetidamente. Su máximo deseo habría sido tener esos hijos. En el momento de máximo dolor, mientras le practicaban el aborto, se dijo a sí misma que nunca más volvería a pasar por ese dolor, que nunca más se volvería a quedar embarazada. Se revisaron otros recuerdos negativos que tenía asociados al parto y al embarazo y pudo sentir claramente cómo el impacto de esos recuerdos producía el bloqueo inconsciente a la maternidad.

En una segunda fase de la terapia se fueron a buscar recuerdos positivos para minimizar el impacto de esos recuerdos negativos. Revivió una vida en que era una mujer que tenía una relación llena de amor y confianza con su marido. Los dos vivieron el embarazo con suma felicidad y parió en el agua en brazos de su marido rodeada de otras mujeres que la mecían con su canto. En esa vida, la experiencia de la maternidad había dejado una impronta de confianza, seguridad y felicidad frente al embarazo. Se utilizó ese recuerdo para reprogramar creando asociaciones positivas tanto frente al embarazo como el parto, instalando un nuevo criterio que decía que el embarazo era una experiencia feliz y placentera. Incluso antes de terminar la terapia se quedó embarazada y pudo vivir un embarazo placentero y un parto feliz.