Sometimiento en las relaciones

Tenía la convicción de que lo que él pudiera creer o querer no era relevante. Revivió varias vidas pasadas de sometimiento donde no tenía ninguna libertad o servía a alguien a quien debía completa obediencia. Como consecuencia de esas vivencias fue llegando al convencimiento de que no le correspondía a él tomar decisiones por sí mismo. Creía que era mejor dejar que los demás decidieran por él hasta el punto de que ni siquiera se cuestionaba lo que quería realmente.

Entendió que había atraído esas vidas de sometimiento porque en otra vida pasada había sido un traficante de esclavos y había esclavizado a gente privándoles de la libertad de elegir su propia vida. En vidas posteriores tuvo que aprender lo doloroso que es que te sometan y te priven de la libertad de decidir por ti mismo. Comprendió que llevaba varias vidas repitiendo ese patrón y al darse cuenta de que hoy en día nunca sometería ni obligaría a nadie a renunciar a sus propias decisiones, vio que la lección estaba aprendida.

Al perdonarse se permitió también revivir vidas positivas donde supo rebelarse y luchar por lo que quería. Se reforzó su autoestima y empezó a darse cuenta de todas las concesiones que hacía en su ámbito familiar, laboral etc. Tomar conciencia de esto le ayudó a cambiar de actitud y se concedió el derecho de pensar por sí mismo y decidir lo que él quería.